El hijo de un desaparecido pidió a la Iglesia católica de Argentina que Jorge Videla deje de ser su padrino de bautismo, condición que el dictador adquirió por una ley que establece que el séptimo hijo varón tiene derecho a ser ahijado del presidente del país.
Se trata de Gastón Castillo, cuyo abogado, Hernán Jaureguiber, dijo ayer a EFE que este martes envió una carta al cardenal primado de Argentina y arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, en la que solicitó que quedara sin efecto el padrinazgo de Videla.
“Hemos intimado a Bergoglio en su condición de principal autoridad de la Iglesia católica argentina y esperaremos un tiempo prudencial para obtener una respuesta. Caso contrario, recurriremos a la justicia”, comentó el letrado, quien ha acudido a numerosas parroquias sin ningún resultado positivo.
“Le dicen que es imposible modificar el acta de bautismo y le han sugerido como alternativa que solicitara la inscripción de apostasía, que significa renunciar a la fe y ser expulsado de la Iglesia”, precisó el abogado.
“Él rechaza esa opción porque quiere seguir perteneciendo a esa confesión religiosa y lo único que busca es romper con su vínculo con Videla”, subrayó.
La historia comenzó hace 33 años, cuando la madre de Gastón decidió acogerse al derecho de convertir en ahijado presidencial a su séptimo hijo varón porque creyó que esa opción favorecería la posibilidad de hallar a su marido, Roberto Castillo, quien llevaba varios meses desaparecido.
Nunca lo encontró.

