El Papa dijo ayer miércoles que la Iglesia no es una “asociación humana”, nacida de ideas o intereses comunes y tampoco una suma de iglesias locales, sino “el cuerpo viviente de Cristo en el sacramento de la Eucaristía, donde todos reciben su cuerpo y se convierten realmente en su cuerpo”.
El Pontífice hizo esta manifestación ante unas 30 mil personas que asistieron a la Plaza de San Pedro del Vaticano a la audiencia pública de los miércoles, cuya catequesis dedicó a la figura de san Pablo, del que esta año se celebra el MM aniversario de su nacimiento.
El obispo de Roma afirmó que la Iglesia es uno de los temas fundamentales de la enseñanza de san Pablo y señaló que el apóstol usando el término griego Ekklesia, “que implica la idea de una asamblea convocada por una llamada, destaca el valor fundamental que para la Iglesia tiene Jesucristo y la palabra que lo anuncia”.
Subrayó también la diferencia que hacía Pablo de Tarso entre “templo de Dios” y “casa de Dios”. “Con el término templo de Dios atribuye a la Iglesia las características de pureza y separación propias del edificio sagrado, al mismo tiempo que se aplica a una comunidad viva de fe el concepto de un espacio material lleno de presencia divina. Con casa de Dios se refiere a la Iglesia como estructura comunitaria de afectuosas relaciones interpersonales de carácter familiar”.
“Que la enseñanza del apóstol san Pablo nos ayude a comprender mejor el misterio de la Iglesia, así como a amarla y cooperar responsablemente en su edificación. Que Dios os bendiga”, dijo Benedicto XVI en español.
