El papa Benedicto XVI proclamó este domingo la canonización de seis nuevos santos, entre ellos la primera australiana, durante una misa en plaza San Pedro del Vaticano, en la cual exhortó a los fieles a “no desesperar, sino insistir siempre en la plegaria”.
La primera santa australiana, Mary MacKillop, fue excomulgada durante seis meses en 1871 por presunta “desobediencia”, tras haber denunciado al sacerdote pedófilo Patrick Keating. El Papa en su homilía no se refirió en particular al caso, sino que solo habló de “numerosos desafíos” que superó la religiosa.
“Tras haber reflexionado largamente, invocado varias veces la ayuda divina y escuchado el parecer de muchos de nuestros hermanos en el episcopado, declaramos y definimos santos a los beatos (polaco) Stanislaw Kazimierczyk, (canadiense) André Bessette, (española) Cándida María de Jesús Cipitria y Barriola, (australiana) Mary MacKillop, y (las italianas) Giulia Salzano y Camilla Battista da Varano, y los inscribimos en el Libro de los Santos y establecemos que en toda la Iglesia sean devotamente honrados entre los santos”, dice la fórmula de canonización, leída en latín.
Tras celebrar en su homilía, el Papa, ataviado de dorado, se dirigió a los católicos presentes y subrayó que “la liturgia de este domingo nos ofrece una enseñanza fundamental: la necesidad de orar siempre, sin cansarse”.
