Las regiones bolivianas de Beni y Pando, gobernadas por opositores al presidente Evo Morales, celebraron ayer domingo sus referendos autonómicos entre incidentes aislados y llamados al diálogo desde el Gobierno, que niega la validez de las consultas y de los estatutos sometidos a votación.
Con estos referendos, los departamentos que integran la llamada "media luna" (Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija) continúan su proceso en demanda de autogobierno, en oposición al proyecto constitucional del presidente Morales, tildado de "hegemónico" y "centralista" por los dirigentes de estas regiones.
El Gobierno central, por su parte, no reconoce ninguno de estos referendos ni los estatutos autonómicos que se votan, porque, según argumenta, están al margen de la Constitución y promueven la división de Bolivia.
INCIDENTES
La jornada consultiva de Beni y Pando se ha desarrollado en sus primeras horas con relativa calma, enturbiada por incidentes aislados y algunos enfrentamientos en donde tiene mayoría el gubernamental Movimiento al Socialismo.
Uno de los principales focos de tensión se situó en la localidad pandina de Filadelfia, a 50 kilómetros de Cobija, la capital del departamento de Pando, cuyas rutas permanecen bloqueadas desde hace cuatro días y donde la pasada madrugada se quemaron cinco urnas en protesta contra el estatuto autonómico.
El prefecto (gobernador) de Pando, Leopoldo Fernández, acusó ayer al Gobierno de Morales, a sus sectores afines e incluso a la policía de cometer "canalladas" para impedir que hasta unas 2 mil 500 personas votaran en su departamento.
En Beni, decenas de campesinos afines a Morales bloquearon en Yucumo la carretera para impedir la instalación de las urnas y, además, golpearon al alcalde, que fue trasladado a un hospital con lesiones en la cabeza, informaron los medios locales.
Mientras, en el barrio Villa Corina de Trinidad se registró un enfrentamiento con palos y piedras entre campesinos y radicales de la Unión Juvenil de Santa Cruz que causó un número indeterminado de heridos leves y obligó a la Policía a intervenir.
También se registró un choque entre campesinos y jóvenes radicales cruceños en otro punto de Trinidad, cuando llegaban a la ciudad los prefectos de Santa Cruz, Rubén Costas, y Tarija, Mario Cossío, que viajaron hasta Beni y Pando para apoyar las consultas.
A pesar de los incidentes, el prefecto beniano, Ernesto Suárez, calificó de "histórica" esta jornada porque permitirá que la región haga prevalecer su derecho a tener "mejores vías", más "calidad de vida" y a explotar sus potencialidades, "siempre postergadas por el centralismo".
El Gobierno de Bolivia, que pronosticó a mitad de la jornada un alto nivel de abstención en Beni y Pando, hizo un nuevo llamamiento al diálogo a los gobernadores opositores y les instó a abandonar el camino de la "ilegalidad".
Sin embargo, el gobernador de Pando, Leopoldo Fernández, cree que hay que esperar a que la sureña Tarija cierre el ciclo de consultas autonomistas para "ver qué nuevo escenario político se plantea en el país".
Fernández espera que el Gobierno haga "una lectura cabal" de estos referendos y se abra una mesa de negociación. De lo contrario, según el prefecto de Pando, la otra opción es que las regiones comiencen a ejercer su autonomía, al margen del Ejecutivo.
De hecho, el gobernador pandino declaró su intención, tal y como hizo Santa Cruz, de conformar la elección de una Asamblea legislativa departamental si gana el "sí" al estatuto en la consulta .
Los referendos autonómicos de Beni y Pando recibieron el respaldo de los otros departamentos de la "media luna", Santa Cruz y Tarija, cuyos prefectos, además de líderes cívicos y empresariales cruceños, se desplazaron a estas regiones para apoyar las consultas.
Costas, en declaraciones a los medios en Pando, apostó por aplicar los estatutos autonómicos al margen de un acuerdo con el Gobierno y defendió la creación de un "fondo de compensación" o solidaridad con las regiones bolivianas más deprimidas para asegurar un desarrollo equilibrado.
