El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y su rival más enconado, Gianfranco Fini, se están preparando para un enfrentamiento final que según analistas políticos probablemente llevará a un colapso del Gobierno en cuestión de semanas.
Se espera que Fini, el una vez leal presidente de la Cámara baja que se separó amargamente de Berlusconi, retire un ministro, un viceministro y dos subsecretarios del Gobierno hoy lunes.
Aunque eso en sí mismo no hundirá al Gobierno, será otro clavo en el ataúd de Berlusconi y escalará aún más una crisis política que alcanzó su punto de ebullición esta semana.
Buscando recuperar el impulso político, Berlusconi anunció el sábado por la noche que pediría un voto de confianza de vida o muerte en ambas Cámaras del Parlamento después que el presupuesto de 2011 sea aprobado, probablemente cerca de mediados de diciembre.
Aunque aún disfruta de una ajustada mayoría en el Senado, ya no puede contar con lo mismo en la Cámara baja después de la deserción de Fini.
