Los británicos muchas veces no toleran a la Europa Continental, pero esta vez tienen sus buenas razones: desde el viernes llegan a vastas regiones del sur de Inglaterra hasta Londres olores hediondos provenientes de tierra firme europea.
Al parecer, hasta la propia reina pudo percibir el gran hedor. Y la causa del aire viciado se halló rápidamente: el viento este y los cerdos alemanes.
La pestilencia que llegaba desde el continente pasó a ser una "bomba de olor" que provenía puntualmente del país germano.
La explicación de los meteorólogos parecía bastante inofensiva. El viento este hizo que una mezcla de olores de abono y emisiones industriales cruzaran el Canal de la Mancha hasta alcanzar la isla, explicó una portavoz del servicio meteorológico Met Office. "Es difícil decir exactamente qué es, pero el viento ha traído una gran mezcla desde Europa. No podemos hacer otra cosa que esperar", añadió.
Los especialistas establecieron ciertos paralelismos entre este fenómeno y las arenas del Sahara, que suelen llegar a Inglaterra transportadas por las tormentas de verano.
Sin embargo, los medios ingleses no se dieron por satisfechos con esta información. "Los cerdos alemanes son el causante del mal olor en el Reino Unido", tituló el sábado el diario Sun.
Incluso el periódico serio The Guardian se preguntaba quién sería el responsable de la pestilencia que logró penetrar las altas murallas del castillo de Windsor y afectó hasta a la propia reina.
La gente arrugaba la nariz desde Windsor, pasando por Kent, East Anglia y Hertfordshire hasta llegar a la metrópoli de Londres. Incluso, Scotland Yard parece haber recibido llamadas cargadas de preocupación.

