Irak pedirá a Siria que entregue a importantes colaboradores de Saddam Hussein, sospechosos de robar millones de dólares y de ayudar a la insurgencia antiestadounidense, dijo ayer el presidente iraquí Jalal Talabani.
Talabani expresó que habrá una petición oficial una vez que las autoridades de seguridad que lo acompañan en una visita a Siria –la primera de un presidente iraquí en décadas– terminen las reuniones con sus pares sirios y regresen a Bagdad.
"Las autoridades iraquíes correspondientes pedirán a Siria que entregue a todos los buscados por la justicia iraquí, incluidos aquellos sospechosos de cometer crímenes no políticos, como robo y corrupción", dijo Talabani, quien llegó a Siria el domingo.
"Yo no pedí personalmente que se entregue a ningún sospechoso, pero hay un acuerdo de extradición entre Irak y Siria", agregó Talabani, que en la década de 1970 vivió exiliado en Siria.
Damasco no ha confirmado si desea entregar a los buscados por Irak en medio de decenas de ex funcionarios gubernamentales y oficiales que huyeron a Siria tras la invasión del 2003 liderada por Estados Unidos y que desplazó del poder al presidente Saddam Hussein.
Sin embargo, la cuestión ha sido un foco de diálogo entre las autoridades de seguridad sirias e iraquíes.
La delegación de Talabani, de 60 miembros, incluye al ministro de Interior Jawad al-Bolani y a Hadi al-Amery, líder de la milicia chiita Brigadas Badr y presidente del comité de seguridad del parlamento.
