La gira del presidente George W. Bush por América Latina despierta tanta expectativa en los gobiernos como enojo en las calles. Las protestas previas a la visita del mandatario ya se hacen sentir en Colombia, Uruguay y Brasil, y prometen coronarse con la manifestación, que desde Argentina encabezará Hugo Chávez, su más acérrimo enemigo en la región.
Si bien Bush señaló en una entrevista conjunta con varios periódicos latinoamericanos que llega al continente con un mensaje de defensa del comercio y lucha contra la pobreza, su presencia será fustigada en marchas organizadas en todos los países que visitará.
Se prevé que miles de efectivos de fuerzas de seguridad se desplieguen en las calles para proteger al mandatario estadounidense, cuya política exterior –especialmente sobre Irak– no es bien vista por los latinoamericanos.
En Brasil, donde comenzará la gira latinomericana de Bush, estudiantes y sindicatos planean protestas contra el presidente desde hoy, principalmente en el centro financiero del país.
"Intentaremos aproximarnos lo máximo posible al hotel o al lugar donde ocurrirán las reuniones para hacer una gran manifestación y mostrar todo nuestro repudio al enemigo número uno de la humanidad", dijo Lúcia Stúmpf, una de las organizadoras.
Antonio Carlos Spis, miembro de la dirección de la Central Única de los Trabajadores, dijo que las movilizaciones, en las que se esperan unas 10 mil personas, no son contra Estados Unidos, sino específicamente contra el presidente de ese país, debido a su política "belicista".
En Uruguay, donde el mandatario estadounidense permanecerá desde el viernes hasta el domingo, el sindicato único de trabajadores, organizaciones sociales y estudiantiles, así como minoritarios sectores políticos radicales, convocaron a varias manifestaciones en rechazo a la visita.
En Colombia, las marchas contra el presidente estadounidense fueron convocadas ayer por el opositor Polo Democrático Alternativo, de izquierda, y por centrales obreras .
Bush llegará el domingo a Bogotá y partirá en la noche hacia Ciudad de Guatemala, donde un grupo de 25 organizaciones, mayormente sindicatos, hijos de víctimas de la guerra civil y asociaciones de migrantes, planean una marcha en contra del mandatario para el fin de semana o el lunes.
La misma historia se repetirá en México, destino final de la gira del presidente.
En Argentina, lugar que Bush no pisará, decenas de agrupaciones sociales organizaron un acto en el estadio del club de fútbol Ferrocarril Oeste, con capacidad para 40 mil personas, en el que el principal orador será Hugo Chávez.
El presidente Venezolano ha ganado simpatías en el continente con su política de vender crudo en condiciones ventajosas a países que lo necesitan y dar asistencia a gobiernos cercanos a su causa anti Washington, como el boliviano, el ecuatoriano y el nicaragüense.
Por el contrario, Bush le había dado la espalda a Latinoamérica desde los atentados de septiembre de 2001. Su gira, según analistas, llega demasiado tarde como para recuperar el terreno perdido.

