La Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) reconoció este jueves como legal la independencia proclamada por Kosovo de forma unilateral hace dos años, en un dictamen que fue criticado poco después, sobre todo por Rusia.
Los jueces de la CIJ determinaron que la declaración de independencia del antiguo territorio serbio a comienzos de 2008 no “violó el derecho internacional”.
La sentencia de La Haya no es vinculante para ninguna de las dos partes, Serbia y Kosovo, pero es considerada como una derrota política para Belgrado.
“No reconoceremos nunca la independencia de Kosovo”, dijo el ministro de Exteriores del país balcánico, Vuk Jeremic, en una primera reacción al dictamen. La “lucha diplomática continuará”, anunció.
“Tenemos días duros por delante”, agregó Jeremic para subrayar la determinación del gobierno de Belgrado, que lucha por reintegrar Kosovo en su territorio.
En Pristina, en cambio, se recibió con alegría la sentencia. El presidente de Kosovo, Fatmir Sejdiu, calificó como “sabio” el pronunciamiento del tribunal. “Serbia no recibió una respuesta (positiva) de la CPI y debería reconocer nuestra independencia”, agregó .
Varios miembros del gobierno de Pristina celebraron con champaña la sentencia, a la que definieron como un “gran triunfo” y un “bumerán para la política hegemónica de Serbia”.
El presidente de la CIJ, Hisashi Owada, apuntó por su parte que en el derecho internacional no está prohibido que un territorio se declare independiente. Además hizo alusión al ex presidente finlandés Martti Ahtisaari, que como enviado especial para Kosovo recomendó la independencia.
Rusia, uno de los países que más se oponen al reconocimiento internacional del pequeño Estado balcánico, criticó la sentencia, a la que calificó de doble rasero aludiendo a la situación de Abjasia y Osetia del Sur, respecto a Georgia.





