La llegada de nuevos inmigrantes indocumentados a España cayó a la mitad en 2009 frente al año anterior, aseguró ayer miércoles el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
“Se está ganando el combate a la inmigración ilegal después de haber sufrido años extraordinariamente difíciles”, pues a lo largo del año que está por concluir llegaron a España de forma clandestina 7 mil personas, frente a las 14 mil registradas un año antes, dijo Zapatero, citado por la agencia Europa Press.
Esta reducción de las llegadas obedece al “despliegue de políticas de cooperación con los países de origen, la mayoría africanos, y al refuerzo de todos los medios personales y materiales en la lucha contra la inmigración ilegal”, añadió.

