El presidente de México, Felipe Calderón, prometió ayer a la canciller alemana, Angela Merkel, que su gobierno mejorará la situación de seguridad pública en el país para hacerlo más atractivo a las inversiones extranjeras y abrir una vía para el refuerzo de las relaciones económicas.
"He prometido a la señora Merkel que haremos de México uno de los mejores destinos de inversión del mundo", dijo Calderón en Berlín, señalando que "lo que ahuyenta las inversiones es la falta de seguridad pública, la falta de vigencia de la ley".
En Alemania, el primer destino de la primera gira europea de Calderón, el presidente mexicano acordó con Merkel un refuerzo de las relaciones, que pasará por el terreno de las inversiones y el comercio, así como por la cooperación en materia de medio ambiente.
Según Merkel, en el marco de dichos esfuerzos para reforzar la cooperación, los ministros de Relaciones Exteriores elaborarán una declaración conjunta que será presentada durante una visita que el titular germano de la cartera, Frank-Walter Steinmeier, realizará a México en abril.
Merkel invitó además a Calderón a participar en la cumbre del G-8 que se celebrará en el verano (boreal) en el balneario báltico de Heiligendamm, bajo el auspicio de Alemania. El gobierno de Merkel ejerce actualmente la presidencia de la Unión Europea (UE) y del G-8.
En la conferencia de prensa conjunta con Merkel, Calderón prometió que, en sus esfuerzos por mejorar la seguridad pública, su gobierno "será respetuoso de los derechos humanos". Anteriormente, en la reunión que Calderón mantuvo con el presidente alemán, Horst Kohler, el mandatario germano había hecho referencia a la preocupación en su país por la situación de los derechos humanos en México.
No obstante, las fuentes consultadas en la oficina presidencial no dieron detalle acerca de dichas preocupaciones.
Al comienzo de la gira por Europa del presidente mexicano, Kohler recibió a Calderón con honores militares. Sin embargo, antes del encuentro se produjo un incidente en los jardines del Palacio de Bellevue, la sede del presidente alemán en Berlín. Un grupo de unos 20 manifestantes, principalmente mexicanos, se reunió para protestar por la visita.
