El ministro de Relaciones Exteriores saliente de Ecuador, Francisco Carrión, instó ayer al nuevo gobierno de esta nación, que asume funciones hoy lunes, a fijar montos y procedimientos para el cobro de indemnizaciones de parte de Colombia por las fumigaciones aéreas con glifosato en la frontera común.
Carrión participó el pasado sábado en un acto académico, última aparición pública en calidad de ministro, y dijo que pide al nuevo régimen, encabezado por Rafael Correa, que no olvide el acuerdo que firmó Ecuador hace un año con Colombia
En él, puntualizó, se estableció la suspensión de las fumigaciones aéreas y la realización de un estudio internacional sobre los efectos del glifosato en la salud humana y animal y en el ambiente, que Ecuador sostiene, son nocivos y que por tanto deben ser indemnizados.
TENSIONES
El tema de las aspersiones áreas con glifosato mantuvieron las relaciones entre Ecuador y Colombia en tensión en los últimos días, situación que se habría superado con el acuerdo verbal al que llegaron el presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, y el mandatario colombiano, Álvaro Uribe, en días pasados.
El acuerdo entre Correa y Uribe fue calificado como un retroceso por Carrión al permitir la continuación de las fumigaciones y no respetar la franja de seguridad de diez kilómetros en el área de frontera. Según ese acuerdo, se formará una comisión tripartita de las dos naciones con la OEA para que se garantice que el glifosato no pase a Ecuador, se tomarán testimonios de pobladores de la frontera y se realizarán recomendaciones que deberán ser cumplidas por los dos países.
Carrión insistió en que hay avances en el tema que no pueden ser soslayados y que su criterio es que se debería continuar con lo avanzado ante la Organización de Naciones Unidas para que se haga un estudio del real impacto del glifosato.
Mientras tanto, medios de comunicación ecuatorianos insistieron en la difusión de un video aficionado en que se registra que se habría dado el fin de semana pasado un traspaso aéreo de avionetas de fumigación colombianas en la zona de Pueblo Nuevo, poblado ecuatoriano en la frontera con Colombia.
Al respecto, el director de la Policía de Colombia sostuvo que "las aeronaves son muy prudentes y tienen mucha experiencia en el manejo de la fumigación y estamos cumpliendo con los parámetros establecidos para ello".
La tensión por la que atravesaban las relaciones entre Bogotá y Quito por la reactivación de Colombia de las aspersiones aéreas con el herbicida glifosato en una región limítrofe fue superada tras un encuentro el pasado miércoles entre Uribe y Correa, en Nicaragua.

