FLORIDA, EU (APANSA). Las autoridades estadounidenses no saben todavía explicar cómo Bob Stevens, de 63 años de edad, contrajo una extraña forma de ántrax, que terminó matándolo el viernes en un hospital de Palm Beach, informaron fuentes sanitarias.
El caso creó alarma en Estados Unidos, que tras los atentados del 11 de septiembre se puso en alerta ante ataques químicos o biológicos.
Para del Departamento de Salud, sigue tratándose de un "caso aislado".
Las investigaciones continúan en la casa del reportero gráfico y en sus alrededores, no lejos de las escuelas de vuelo donde se entrenaron algunos de los secuestradores kamikaze, una coincidencia que alimenta sospechas. Stevens, quien amaba la vida al aire libre, había sido internado el 1 de octubre.
Los médicos le diagnosticaron una infección pulmonar de ántrax, una forma muy extraña de la enfermedad, que habitualmente afecta al aparato digestivo.
Los parientes de Stevens reciben un tratamiento a base de antibióticos como medida de precaución, y los colegas del individuo.
Más de 50 funcionarios recorren el condado de Palm Beach para reconstruir los movimientos de Stevens en los últimos dos meses, y buscar otros posibles casos de la enfermedad.
Tenemos una larga cronología de actividades comunes que necesitamos investigar, dijo el doctor Steven Wiersma, especialista en epidemiología.
No tenemos ninguna pista realmente importante en este momento, agregó.
Wiersma dijo que varios colegas del difunto, que trabajaban con él en el periódico The Sun, fueron sometidos a pruebas para detectar un posible contagio y fueron hallados saludables.
Funcionarios dijeron que no hay prueba alguna de que Stevens fuese víctima de un acto terrorista, y opinaron que este contrajo la enfermedad por contagio natural.
Solo 18 casos de ántrax por inhalación fueron registrados en EU en todo el siglo XX, el más reciente en 1976 en California.
El último caso conocido de ántrax en La Florida se registró en 1974, según el departamento estatal de salud.
