El asesinado jefe paramilitar colombiano Carlos Castaño Gil ordenó a comienzos de 1999 la muerte en dos semanas de mil personas relacionadas con las FARC en represalia por un ataque de esta guerrilla a su base, según el testimonio de un lugarteniente suyo divulgado por medios de la prensa local.
Jorge 40, alias de Rodrigo Tovar Pupo, sostuvo el miércoles ante un fiscal de la ciudad de Barranquilla (norte) que Castaño Gil buscó vengarse así de un asalto a su campamento en el Nudo de Paramillo (noroeste) registrado el 28 de diciembre de 1998.
Las versiones periodísticas de la época indican que el asalto de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) causó 19 muertos y decenas de casas incendiadas.
Asimismo, señalan que Castaño, por entonces jefe máximo de las ahora disueltas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y asesinado por rivales de su propio grupo en 2004, fue rescatado por Salvatore Mancuso, su sucesor al mando de la organización, en un helicóptero pilotado por él mismo.