Los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe, y de Venezuela, Hugo Chávez, se enfrentaron ayer duramente en la Cumbre de la Unidad de Cancún, lo que derivó en un pacto de silencio y la creación de un grupo de amigos para facilitar el diálogo entre los dos países.
El enfrentamiento se suscitó, según fuentes de la delegación colombiana, cuando Uribe le reprochó a Chávez durante una sesión plenaria de la cumbre el “embargo económico” que aplica Venezuela contra productos colombianos, a lo que Chávez respondió acusando a Bogotá de haber enviado 300 paramilitares para matarlo. El presidente de Cuba, Raúl Castro, medió para calmar la situación.
Entrevistado por periodistas en el hotel sede de la reunión, entre ellos DPA, Chávez señaló que en la historia los dos países han vivido momentos de tensión, pero que han sido capaces de sobreponerse.
“Llegó el presidente Uribe, ha habido tensiones que van, tensiones que vienen”, manifestó. Ahora, “nosotros ponemos toda la buena fe para apuntar en esa dirección de relajar las tensiones y que tengamos la capacidad no de tirarnos piedras”, agregó.
Chávez dijo que a un grupo de países, entre los que nombró a Brasil, Argentina, Chile, México y República Dominicana, se les “ha ocurrido proponer a Colombia y Venezuela conformar un grupo de amigos”. “Fuimos llamados ambos presidentes a conversar, hemos conversado”, dijo. “Estoy de acuerdo en que se conforme un grupo de amigos y que recuperemos la confianza y unas relaciones transparentes, unas relaciones de cooperación”.
En una breve referencia a Colombia y Venezuela, el presidente de México, Felipe Calderón, se mostró de acuerdo en promover un diálogo bilateral.
