El 4 de febrero pasado, después de que el ex presidente José María Aznar hubiera pronunciado un discurso ante el Congreso, en Washington, y cuando la mayoría de asistentes había abandonado la Cámara, Powell y Palacio permanecieron sentados, en animada charla, mientras el primero frotaba cariñosamente la espalda a la segunda. Pero los malintencionados se equivocan. Powell, de apariencia aún juvenil pese a sus 67 años, es tan solo un hombre de maneras suaves, muy gentil, un encanto con sus subordinados y con la prensa.
Hijo de inmigrantes jamaicanos y criado en el barrio neoyorquino de South Bronx, Colin Powell se educó en escuelas públicas, se graduó en geología y completó luego un máster en administración de empresas. El dimisionario secretario de Estado puede presumir de haber sido el afroamericano que ha llegado a un cargo más alto en la historia de Estados Unidos (EU).
Como tantos otros jóvenes de minorías étnicas, el Ejército fue la escalera idónea para ver recompensado su talento. En sus 35 años como militar alcanzó la categoría máxima de general de cuatro estrellas. Sus hitos profesionales fueron su periodo como asistente presidencial para asuntos de seguridad nacional, entre 1987 y 1989, y sus cuatro años posteriores como jefe del Estado Mayor Conjunto, el máximo puesto militar en el Pentágono. En ese cargo coordinó la guerra del Golfo en 1991 para liberar Kuwait tras la invasión iraquí y acuñó el término doctrina Powell. Esta filosofía sostiene que Estados Unidos solo debe ir a la guerra como última opción, siempre que los intereses vitales estén en juego y haya un sólido apoyo político y social a la misión. En ese caso, la operación se realizará haciendo uso de una superioridad militar avasalladora. La doctrina Powell aconseja la retirada rápida tras la victoria y es muy escéptica sobre las operaciones de mantenimiento de la paz.
Es obvio que esta doctrina no se aplicó en Iraq en el 2003 y de ahí el papel imposible que le tocó a Powell. Refractario a la invasión para derrocar a Sadam Husein, se impuso su lealtad de militar ante el comandante en jefe. Su momento más embarazoso lo vivió el 5 de febrero del 2003, ante el Consejo de Seguridad de la ONU, cuando hubo de ejercer de fiscal contra Sadam con unas pruebas de la CIA demasiado endebles y que el tiempo probó que eran erróneas.
El papelón ante las Naciones Unidas, del que más tarde confesó sentirse arrepentido, no es el único lunar en la carrera de Powell. Hubo otros episodios que sus enemigos interpretan como prueba de su oportunismo e incoherencia ética. Siendo comandante en Vietnam y encargado de la investigación de la matanza de My Lai el 16 de marzo de 1968 en la que fueron masacrados 500 civiles vietnamitas a manos de una compañía de infantería estadounidense, redactó un informe que exoneraba a las tropas de manera escandalosamente generosa.
Powell tuvo también un papel turbio durante el escándalo Irán-contra. Dieron que hablar asimismo las conexiones empresariales de Powell y el favoritismo en que pudo incurrir su hijo Michael, hoy al frente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones.
En 1996, Powell flirteó con la idea de presentarse para presidente, pero al parecer fue disuadido por su esposa porque temía que su vida corriera peligro. Al secretario de Estado saliente no le faltarán ahora ofertas como conferenciante o en el mundo de los negocios. Powell dispondrá de tiempo para actualizar sus memorias My American Journey, escritas en 1995 y afianzarse como icono nacional.
Por cierto, según la guía de la realeza Burke’s Peerage, una antepasada de Powell era la hija natural de sir Eyre Coote, vicegobernador de Jamaica, y una esclava negra. Eso significaría que sería lejano descendiente del rey Eduardo I de Inglaterra, a quien se atribuye a la vez un vínculo con la familia Bush.
Una vida por un país
1937. Colin Powell nace el 5 de abril en Nueva York y se cría en el barrio del Bronx, en el seno de una modesta familia de origen jamaicano. Su madre, Luther, es costurera y su padre, Maud, contable. Recibió educación en las escuelas públicas neoyorquinas.
1958. Se gradúa en el City College of New York (CCNY), donde obtuvo una licenciatura en geología. Posteriormente se incorporó al Cuerpo de Capacitación de Oficiales de Reserva (ROTC). Después de su graduación, fue nombrado subteniente del Ejército de Estados Unidos, donde inicia una carrera militar que se prolongaría durante 35 años.
1962. Participa en la guerra de Vietnam con el grado de teniente. Tras resultar herido en dos ocasiones, recibe la estrella de bronce y el corazón púrpura en recompensa al valor.
1968. Vuelve al conflicto de Vietnam y resulta herido al ser abatido su helicóptero. Sus esfuerzos por salvar a los compañeros fueron recompensados con la medalla del soldado.
1971. Obtiene un máster en administración de empresas por la Universidad George Washington.
1972. Es nombrado asesor de la Dirección de Presupuestos.
1979. Es designado asesor militar del subsecretario de Defensa.
1983. Asume el cargo de asesor militar del secretario de Defensa, Weinberger.
1987. Es nombrado asesor del presidente Reagan para Asuntos de Seguridad Nacional.
1989. Se convierte en el duodécimo jefe del Alto Estado Mayor. Se trata del cargo militar de más alto rango del Departamento de Defensa.
1991. Máximo responsable militar de la guerra del Golfo.
1993. Pasa a la reserva.
1995. Publica su autobiografía, My American journey, y emprende una carrera de conferenciante.
1996. Se integra en el consejo de administración de la Howard University.
2001. Es nombrado secretario de Estado.
