Colombia extraditó ayer viernes a Estados Unidos a Miguel Rodríguez Orejuela, uno de los dos jefes más importantes del Cartel de Cali, para que responda por cargos de narcotráfico en una corte de Florida, en donde ya se encuentra encarcelado su hermano mayor, Gilberto.
Rodríguez Orejuela fue sacado de una cárcel del departamento de Santander, en el noreste de Colombia y en un helicóptero Black Hawk, escoltado por una aeronave similar, fue trasladado hasta la base militar de Palanquero, en el centro del país, en donde fue entregado a funcionarios de Washington.
Miguel Rodríguez, de 61 años y conocido con el alias de "El Señor", ingresó a la base militar desde donde salió el avión con destino a Estados Unidos con las manos esposadas, con una camisa azul claro, chaleco antibalas y pantalón oscuro, escoltado por policías armados con fusiles de asalto.
La extradición de uno de los últimos barones de la droga, se produjo horas después de que el presidente Álvaro Uribe autorizara su entrega a EU.
El acusado narcotraficante corrió la misma suerte que su hermano Gilberto, extraditado a comienzos de diciembre del 2004, en la que se considera como la entrega más importante de un traficante de drogas a EU, y quien actualmente permanece encarcelado en una prisión federal.
Minutos antes de salir de la cárcel de Palogordo, Rodríguez Orejuela firmó un poder para que su abogado en Colombia, Jorge Gutiérrez, también haga su defensa ante la justicia estadounidense y adjuntó una copia al ministro de Interior, Sabas Pretelt, y la canciller, Carolina Barco.
La extradición es uno de los mecanismos jurídicos más temidos por los narcotraficantes. Desde que Uribe —un aliado de Washington en la lucha contra las drogas y el terrorismo— asumió el poder el 7 de agosto, ha extraditado a más de 250 colombianos, la mayoría a Estados Unidos. Colombia es considerado como el primer productor mundial de cocaína con unas 580 toneladas anuales.

