Un tribunal penal de Quito inició ayer sábado una audiencia pública en el marco del juicio contra Fidel Araujo, quien es acusado por incitar a la rebelión policial del 30 de septiembre que el presidente Rafael Correa denunció como un intento de golpe de Estado y de asesinato.
La audiencia está a cargo del tribunal cuarto de garantías penales, la cual juzga a Araujo, un mayor en retiro del ejército y cercano al ex mandatario Lucio Gutiérrez (2003-2005) a quien Correa acusa de haber estado detrás de la insurrección que dejó 10 muertos y 274 heridos.
A pedido de la Fiscalía, la corte debe recibir testimonios de testigos y peritos como policías, periodistas y al secretario (ministro) de Comunicación, Fernando Alvarado, previo a que el tribunal dicte sentencia.
En febrero, Araujo, detenido desde el 6 de octubre, se convirtió en el primer llamado a juicio por la sublevación.
El militar en retiro fue acusado por el fiscal José Jiménez de incitar a la rebelión contra una ley que reformó el régimen salarial de la fuerza pública al aparecer en videos que lo muestran hablando por celular en los alrededores del principal regimiento policial de Quito, donde estalló la protesta.
Correa asegura que la rebelión —por la que están siendo procesadas medio centenar de personas entre policías y civiles— fue instigada por opositores para intentar derrocarlo e incluso asesinarlo. El gobernante socialista fue agredido en el regimiento cuando intentaba aplacar la manifestación, tras lo cual se refugió en un hospital cercano donde asegura fue retenido por policías insurrectos.
Tras varias horas, Correa fue rescatado del centro médico por militares leales.

