El ex magnate petrolero ruso Mijail Jodorkovski fue condenado ayer a nueve años de prisión por un tribunal de Moscú que consideró probadas las acusaciones de fraude, evasión fiscal y pertenencia a una organización criminal.
El socio de Jodorkovski, Platon Lebediev, recibió igual condena. Además ambos deberán pagar impuestos y multas por 598 millones de dólares. El tercer acusado, Andrei Krainov, fue condenado a cinco años de prisión en régimen de libertad condicional.
Jodorkovski dijo que apelará la sentencia que, en opinión de los defensores de los derechos civiles rusos, ha sido instigada por el presidente Vladimir Putin y el Kremlin.
"Voy a apelar de todos modos", dejó saber a través de sus abogados el empresario, que con una fortuna de 15 mil millones de dólares, llegó a ser durante un tiempo el hombre más rico de Rusia.
La sentencia fue leída por la jueza Irina Kolesnikova, quien presidió el tribunal que durante 11 meses juzgó al fundador y ex presidente de la compañía petrolera Yukos, de 41 años de edad.
Según estimaciones de observadores rusos, Jodorkovski entró en conflicto con Putin en 2003. El jefe de Yukos quería entonces vender parte del grupo a empresas estadounidenses. A su vez, apoyó partidos en la oposición y quiso influir en la política fiscal del Parlamento. Jodorkovski fue detenido en octubre de 2003.
Yukos calificó la sentencia contra su antiguo jefe de "monstruosa perversión del sistema judicial". El propio Jodorkovski calificó el fallo como un "monumento de la Justicia moscovita" y sus abogados quieren llevar el caso, si es necesario, hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo.
La organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) criticó de "injusto" el proceso.
El experto en temas rusos de la sección alemana de AI, Peter Franck, explicó que en el caso Jodorkovski hay muchas cosas en la persecución del empresario que apuntan a que hay una motivación política.
