La secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, llegó ayer jueves a Bagdad en una visita que no había sido anunciada para presionar a los líderes iraquíes a que resuelvan sus diferencias y detengan la violencia sectaria que ha cobrado la vida de miles de personas.
Rice estuvo de gira en Oriente Medio y ya visitó Israel, los territorios palestinos, Egipto y Arabia Saudita.
"Nuestro papel (...) es apoyar a todas las partes y de hecho presionar a todas las partes para que trabajen por una pronta resolución, debido a que obviamente la situación de seguridad no es tolerable", dijo Rice a periodistas que viajan junto a ella. Añadió que la inacción política no contribuye a mejorar la situación.
Se espera que Rice lleve adelante reuniones con el primer ministro, Nuri al Malki, quien se reunió con líderes suníes y chiíes el lunes para acordar un plan de cuatro puntos para intentar reducir la desconfianza entre los grupos y terminar con la violencia sectaria.
Funcionarios estadounidenses han estado presionando a Malki para que controle las milicias que son responsabilizadas de la mayoría de las matanzas. Muchas de las milicias están relacionadas con partidos de la alianza de gobierno.
Es posible que Rice discuta los avances, o falta de estos, en el control de la violencia entre grupos suníes y chiíes rivales en Bagdad que cobra la vida de miles de personas cada semana.
Mientras tanto, el portavoz del gobierno iraquí Ali al Dabbagh desmintió ayer los reportes sobre el asesinato del líder de la organización terrorista Al Qaeda en Irak, Abu Ayub al Masri.

