El primer ministro británico, David Cameron, resaltó ayer el deber de las actuales generaciones de preservar el legado de la Carta Magna, al cumplirse los 800 años de la firma de este documento por el rey Juan I de Inglaterra.
En una ceremonia celebrada en Runnymede, a las afueras de Londres, donde la carta fue aprobada por el soberano el 15 de junio de 1215, Cameron dijo que es necesario preservar las ideas surgidas hace 800 años y que inspiraron la libertad del individuo. “No hay mejor momento para reafirmar esos compromisos (de libertad) que en un aniversario como este. Así que en un día histórico, prometamos mantener vivos esos principios”, afirmó el jefe de Gobierno en un evento al que asistió la reina Isabel II, su marido, el duque de Edimburgo, y su nieto, el duque de Cambridge, segundo en la línea de sucesión a la corona.
Cameron agregó que la Carta Magna fue en su día revolucionaria, al haber alterado para siempre, el equilibrio del poder entre el gobernado y el Gobierno, y recordó que fue fuente de inspiración de muchos defensores de la libertad.
