Delegados de Corea del Norte y Corea del Sur dejaron ayer sus diferencias para reunirse en Seúl a recordar el 60 aniversario del fin del dominio japonés y la recuperación de la libertad en 1945.
Los 182 delegados del Norte fueron recibidos en un clima amigable por los anfitriones en el aeropuerto internacional Inchon, para dirigirse todos al cementerio surcoreano al homenaje de los soldados caídos en la guerra de Corea.
"Hay un gran significado histórico en este evento porque marca el comienzo de un proceso destinado a curar las heridas de un infeliz pasado de divisiones y conflictos", dijo Rhee Bong-jo, viceministro surcoreano para la reunificación.
Tras la ceremonia de apertura, estaba previsto un partido de fútbol a la noche entre ambas selecciones nacionales.
Con la rendición de Japón, Corea reconquistó su libertad pero quedó bajo una doble ocupación: al norte del paralelo 38 tropas soviéticas y al sur las estadounidenses.
Al momento del retiro de las fuerzas ocupantes se crearon dos Estados separados y antagonistas: la República de Corea, al sur, y la República popular de Corea al norte.
La primera bajo el nacionalista Sygman Rhee y la segunda con el régimen comunista de Kim Il Sung. La guerra terminó en 1953, el 27 de julio se firmó un armisticio que dejaba inalterable el tema central de la partición del país.
