El Comité Internacional de la Cruz Roja llamó ayer a un alto el fuego para evacuar a los heridos en el norte de Yemen, donde los enfrentamientos entre los combatientes chiíes y salafistas dejaron ayer 26 muertos.
La portavoz de esa organización en Saná, Marie Claire Feghali, explicó que es necesario prestar atención médica a las víctimas lo antes posible. “Cada minuto que pase la vida de los heridos corre peligro. Su evacuación es una necesidad máxima”, subrayó Feghali, que pidió a las partes en conflicto respetar los tratados internacionales.
Los combatientes chiíes, que controlan Saada desde 2010, iniciaron el pasado miércoles un ataque con proyectiles en Damach, que solo ayer dejaron 26 muertos y 120 heridos, según el portavoz de los salafistas que controlan la ciudad Surur al Wadei.
Fuentes oficiales anunciaron que un batallón del ejército se desplegará en la periferia de Damach, para establecer una zona aislada entre las dos partes, pero la medida no ha sido aplicada todavía.
