SALAMANCA, España. Una declaración especial sin precedentes en la que se condena el "bloqueo" de Estados Unidos contra Cuba y otra en la que se solicita la extradición de terroristas cubanos presos en ese país, dieron ayer a la Cumbre de Salamanca la "proyección internacional" que tanto aspiraban sus organizadores.
La reunión iberoamericana entró en el radar de Washington, que reaccionó ayer con "inquietud" ante estos dos proyectos de declaraciones especiales, que dan un giro en el lenguaje tradicionalmente utilizado en las cumbres iberoamericanas, porque utiliza el término "bloqueo", en lugar de "embargo" de Estados Unidos contra Cuba.
El texto es más extenso este año y menciona que estas acciones son contrarias al derecho internacional, pidiendo además a Estados Unidos que "con carácter inmediato detenga la aplicación de las medidas adoptadas en el curso de los dos últimos años para fortalecer y profundizar el impacto de su política de bloqueo contra Cuba".
Fuentes de la Embajada de Estados Unidos en España dijeron ayer a la agencia Europa Press que "sería desafortunado que un texto así fuera interpretado como una señal de apoyo a la dictadura cubana".
En tanto, el canciller de la isla Felipe Pérez Roque, quien filtró a la prensa el proyecto de resolución –que aún debe pasar el visto bueno de los presidentes–, se congratuló del logro alcanzado y agradeció ese "espaldarazo a la lucha del pueblo cubano".
Centroamérica también estuvo dentro de los temas importantes, luego que España anunció un paquete de asistencia financiera no reembolsable por 65 millones de dólares a favor de los países afectados por el huracán "Stan".
También hubo algunos forcejeos en cuanto a la pretensión de Colombia de incorporar a la declaración final la palabra "terrorista" en referencia específica a las Fuerzas Revolucionarias de Colombia.
La implementación de una agenda para el combate a la pobreza en Latinoamérica también ocupó buena parte del tiempo de los presidentes, y se mencionó como una preocupación que el elevado costo de la factura energética pueda comprometer el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, planteados por la ONU para la reducción en un 50% de los índices de pobreza. A diferencia de las cumbres anteriores, el borrador de la Declaración de Salamanca consta únicamente de tres folios y medio, repartidos en 26 puntos.
A la declaración también se anexa una decena de comunicados especiales, como los polémicos relacionados con Cuba y otro que exhorta a los donantes de ayuda al desarrollo a extender estas facilidades a los países de renta media.
Según el ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, este cambio de formato en la declaración, que esta vez tiene un lenguaje más contundente y menos retórico, tiene el objetivo de "llegar al corazón de los ciudadanos iberoamericanos".