El jefe de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH), el chileno Juan Gabriel Valdés, sostuvo que el uso de la fuerza es inevitable cuando hay bandas armadas que asesinan e impiden el funcionamiento de ese país, según declaraciones.
El 6 de julio pasado, cerca de 400 militares de la MINUSTAH se enfrentaron en el barrio de Cité Soleil de Puerto Príncipe con un grupo armado, registrándose varios muertos. Esto provocó algunas críticas sobre el actuar de las tropas que realizan operaciones de paz, pues habrían caído también civiles.
Valdés dijo en entrevista con el diario La Tercera, que ese día los uniformados terminaron con una banda dirigida por Emmanuel Wilmer, quien había aterrorizado a Puerto Príncipe.
"La muerte de él y otros cuatro individuos en realidad terminó con su reinado sobre las bandas de Cité Soleil, una de las zonas más pobres de la ciudad", afirmó Valdés, y desmintió acusaciones de que se haya disparado sobre civiles.
Afirmó que en una población donde viven más de 200 mil personas y donde se produce una balacera que duró siete horas, en la cual los "bandidos" usan armas de grueso calibre, la reacción de las tropas "produce lamentablemente bajas" y heridos en la población civil que vive en casas cuyos muros no resisten el paso de las balas.
"En todos los intentos anteriores de arrestar a Wilmer éste se rodeó de escudos humanos, utilizando niños o utilizando mujeres", agregó Juan Gabriel Valdés.
Sobre cifras que hablaron de más de 20 civiles muertos, dijo que según datos de la Cruz Roja hubo 29 personas que llegaron heridas al hospital y que se registró el hallazgo de cadáveres en días posteriores.
Sin embargo, afirmó que esas muertes son el resultado del ajuste de cuentas que condujeron los miembros restantes de la banda con gente que consideraron colaboradores de los soldados.
