WASHINGTON, DC (EFE). Las mismas fuerzas especiales de Estados Unidos que se cree que operan en Afganistán desde hace dos semanas a la caza de Osama bin Laden, intentaron en otras ocasiones y otros lugares del mundo operaciones similares con diferentes grados de éxito.
La principal unidad que Washington puede haber situado en Afganistán es el Destacamento Operacional de Fuerzas Especiales Delta (SFOD-D), conocido popularmente como Delta Force.
Delta Force -que se nutre con miembros de otros cuerpos especiales del Ejército estadounidense- es una de las unidades de combate más secretas de este país, hasta el punto de que el Departamento de Defensa no ha reconocido públicamente su existencia.
Pero Delta Force existe y ha participado en todas las operaciones militares en las que Estados Unidos ha estado implicado desde que se creó en 1977, así como en numerosas actividades antiterroristas en todo el mundo.
Si siguen el modus operandi de misiones ejecutadas en el pasado, los hombres de Delta Force -las fuerzas especiales tienen vetada la presencia de mujeres- en Afganistán están actuando en pequeños grupos de tres a seis personas, viajando de noche y ocultándose durante el día.
Delta Force suele actuar en combinación con las fuerzas especiales de la Marina estadounidense, conocidas como Navy SEAL (Sea, Air, Land) Team 6, y con las unidades antiterroristas del Ejército británico, Special Air Service (SAS), que al parecer también se encuentran en territorio afgano desde hace semanas.
A pesar de la preparación de los Delta Force y de los recursos disponibles para sus misiones, la unidad ha tenido más fracasos que éxitos a la hora de capturar los objetivos seleccionados.
La información sobre sus operaciones es altamente confidencial -y como al Pentágono le gusta decir, solo se conocen los fracasos de las fuerzas especiales-, los Delta Force han tenido en su punto de mira entre otros al general panameño Manuel Antonio Noriega, al guerrillero somalí Mohamad Aidid y al ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic.
El bautismo de fuego de los soldados de Delta Force fue la fallida operación montada para rescatar rehenes en Irán en 1980, que terminó con la muerte de ocho soldados estadounidenses cuando un helicóptero chocó con un avión cisterna en el desierto iraní.
Durante la guerra del Golfo Pérsico, los Delta Force se infiltraron en territorio iraquí para señalar blancos a la aviación aliada -misión que se repetiría en el conflicto de Kosovo-, pero también actuaron como guardaespaldas del general Norman Schwartzkopf y otros altos oficiales estadounidenses.
En 1993, unidades de los cuerpos especiales de EU Delta Force, Rangers, SEAL y Nightstalkers (especializados en operaciones nocturnas) intentaron sin éxito detener al líder guerrillero somalí Mohamad Farah Aidid en Mogadiscio.
Lo que en principio y en el lenguaje militar debía haber sido una limpia "operación de extracción", se convirtió en el mayor fracaso conocido de las fuerzas especiales de EU, ya que murieron 18 soldados Rangers y Delta.
Aidid nunca fue capturado, alrededor de 300 somalíes, muchos de ellos mujeres y niños, murieron durante las seis horas de combates en las calles de Mogadiscio.

