Una huelga de hambre que era sostenida por un grupo de jóvenes desde el 31 de enero fue depuesta ayer martes en virtud de que la OEA comenzó a discutir la situación de los derechos humanos en Venezuela y que las autoridades locales iniciaron a revisar los casos de los que consideran “presos políticos”.
“En este momento se levanta la huelga de hambre dando una señal de cumplimiento de nuestra palabra”, dijo a la prensa el dirigente juvenil Lorent Saleh. La protesta empezó el 31 de enero.
Saleh afirmó que cerca 80 activistas que se mantenían en huelga de hambre frente a las oficinas de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Caracas, las embajadas de Chile, Costa Rica, Brasil y Paraguay en la capital y otras nueve ciudades del país, decidieron suspender la protesta debido a que las autoridades acordaron la revisión de los procesos de algunos de los “presos políticos”.
“Como el gobierno dio señales en respuesta a todas nuestras exigencias en todos estos casos (de los presos políticos). Nosotros damos muestras de nuestros compromisos”, agregó.
El dirigente indicó que en la OEA “están discutiendo los problemas de derechos humanos en Venezuela”, hecho que consideró como un logro de la protesta.
Los activistas anunciaron el levantamiento de la protesta acompañados de varios cientos de jóvenes y manifestantes opositores que marcharon el martes por algunas calles del este de la capital hasta la sede de la OEA para expresar su respaldo a los huelguistas.
El gobierno no comentó el anuncio.
La huelga llamó la atención del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien se ofreció a venir a Venezuela para atender una de las peticiones de los huelguistas que exigían su presencia en el país para revisar la situación de los derechos humanos.
El Departamento de Estado estadounidense también solicitó la semana pasada al gobierno del presidente Hugo Chávez que permitiera la visita de la OEA para “promover el diálogo y el entendimiento” en el país.
El canciller venezolano Nicolás Maduro rechazó los pronunciamientos de Insulza y el Gobierno estadounidense acusándolos de “inmiscuirse” en los asuntos internos del país y aseguró que Venezuela no necesita ¿”ningún tutelaje de nadie, de ninguna instancia”.

