Dos bombas estallaron ayer domingo en una línea de ferrocarril en la provincia rusa de Daguestán, descarrilando un tren de carga días después de que atacantes suicidas mataron a 12 personas en la región, informaron agencias de noticias rusas. Nadie resultó herido.
La explosión ocurrió antes del amanecer en una línea que va desde Moscú a la antigua república soviética de Azerbaiyán y provocó el descarrilamiento de ocho carros de un tren que transportaba materiales de construcción, reportaron Interfax e ITAR-Tass, citando a funcionarios de la policía y emergencias.
Según se informó, de los ocho vagones descarrilados, cinco volcaron, y uno se incendió. Unos 300 metros de los raíles de la vía férrea quedaron destruidos. De acuerdo a las investigaciones preliminares, por el momento no se produjeron víctimas en el descarrilamiento.
Rusia está alerta después de que ataques suicidas en Moscú y Daguestán dejaran más de 50 personas muertas la semana pasada. La seguridad era severa, mientras el presidente Dmitry Medvedev y el primer ministro Vladimir Putin asistían a una ceremonia nocturna por la pascua ortodoxa rusa, la fiesta más importante de la religión dominante en el país.
El miércoles, dos ataque suicidas en el pueblo daguestaní de Kizlyar mataron a 12 personas, incluidos nueve agentes de policía.
El ataque se dio dos días después de que dos mujeres suicidas detonaron bombas en el metro de Moscú matando a unas 40 personas y provocando temores de que los milicianos estén cerca de lanzar una gran campaña en el bastión de los milicianos con base en el principalmente musulmán Cáucaso, que incluye a Daguestán.
En noviembre, un ataque con bombas que se atribuye a milicianos del Cáucaso norte mató a 26 personas.
Al igual que las vecinas Chechenia e Ingushetia, Daguestán es el epicentro de la violencia desatada en el norte del Cáucaso ruso, que tiene mayoría musulmana, tras dos guerras separatistas en la vecina Chechenia. En los dos últimos años se reportaron ataques frecuentes.

