Con la masacre de cinco integrantes de la comunidad Awa en el piedemonte costero del departamento de Nariño, ayer celebró Colombia el día mundial de los pueblos indígenas.
Dos mujeres y tres hombres fueron asesinados por desconocidos, que con lista en mano llegaron a la localidad de Altaquer, en el suroccidente del país. Así lo confirmó Doris Puchana, gobernadora del Resguardo Chagüí y representante de los awas, en la rueda de prensa convocada por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), con ocasión del día internacional de la población indígena.
Esa comunidad ha sido una de las más afectadas por el conflicto armado en el sur de Colombia. A mediados de julio de este año, mil 700 de sus miembros tuvieron que abandonar las tierras para escapar de los combates entre grupos armados ilegales y la Fuerza Pública, grupo que casi en su totalidad deambula por el país sin ningún tipo de respaldo.
Precisamente, el desplazamiento es considerado uno de los aspectos de mayor impacto, toda vez que entre enero y junio de 2006, cinco mil 371 indígenas tuvieron que abandonar sus tierras en aras del conflicto armado. Número que contrasta con las mil 600 personas que registran las cifras oficiales.
A tal situación se suman las 143 mil 263 violaciones a los derechos humanos de que son objeto, ocurridas en el período señalado, representadas en 10 mil 818 amenazas; 33 mil 219 ataques a bienes civiles; 12 mil 532 señalamientos; 13 actos de violación sexual; y la detención arbitraria de 279 personas, entre las más significativas, de acuerdo con las cifras suministradas por la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic.
"Ese conflicto no es de nosotros", expresaron compungidos pero con voz firme los indígenas presentes en la reunión, mientras Roberto Meier, representante de Acnur en Colombia, declaraba ayer un día de duelo e instaba al Gobierno Nacional a emprender acciones contundentes.
