El ex espía ruso Alexander Litvinenko, que murió el mes pasado por envenenamiento con un elemento radiactivo raro, fue enterrado ayer en Londres, mientras la policía mantiene una búsqueda internacional para esclarecer el caso que obligó también a las autoridades rusas a iniciar una investigación.
En Moscú, la fiscalía general anunció que Rusia investiga la muerte de Litvinenko y un intento por asesinar a su socio Dmitry Kovtun. Unos 30 parientes y amigos llegaron a Gran Bretaña procedentes de Rusia, Italia y Estados Unidos para asistir a la ceremonia luctuosa en Londres, de acuerdo con un allegado a la familia que habló en forma anónima porque no estaba autorizado a comunicar detalles del funeral.
La policía confirmó que decidió investigar como un posible asesinato el envenenamiento del ex agente ruso y no como una muerte no explicada.

