El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se defendió ayer, miércoles, en la Eurocámara, de las acusaciones de un grupo de eurodiputados críticos que presentaron contra él una moción de confianza por haber aceptado un crucero de lujo de un armador griego amigo personal del ex primer ministro luso.
El así llamado "Yachtgate", en opinión de Barroso, no representa ningún conflicto de intereses en relación con su cargo de presidente del Ejecutivo de los 25.
Barroso, quien estuvo ayer acompañado en el hemiciclo de sus 24 comisarios, explicó ante los eurodiputados que el armador heleno Spiro Latsis es un amigo desde hace tiempo y no alguien que intenta hacer presión para obtener algún tipo de prebendas.
La moción de censura, apoyada por 77 eurodiputados, es —en su opinión— una maniobra orquestada para minar la credibilidad de la Unión Europea.
"Esta moción está políticamente motivada y se dirige contra la unidad del continente", aseguró por su parte el jefe de la fracción del Partido Popular Europeo (PPE) en la Eurocámara, Hans-Gert Pottering, miembro de la Unión Cristiano Demócrata alemana (CDU). Quienes presentaron la moción argumentan que una empresa propiedad de Latsis obtuvo la aprobación de ayuda por parte de la Comisión de un paquete de 10 millones de euros (12.6 millones de dólares), aunque en el momento del crucero Barroso no era presidente de la Comisión.
La moción fue presentada por un pequeño grupo de euroescépticos del partido británico de la Independencia, quienes lograron sumar el número de firmas necesario para presentar la moción con el apoyo de cinco eurodiputados del Partido Conservador del Reino Unido. El ex primer ministro portugués cuenta con el apoyo de los cuatro principales grupos parlamentarios de la Eurocámara.

