WASHINGTON, DC (EFE). Estados Unidos no conoce con exactitud el impacto de casi un mes de bombardeos sobre Afganistán, y espera que la milicia Alianza del Norte (AN) decida cuándo emprender la campaña contra los talibán, dijo el portavoz del Pentágono.
"No estamos seguros de cuándo la Alianza del Norte avanzará con sus tropas", manifestó el contralmirante John Stufflebeem. "Lo que nosotros hacemos es prepararles el campo de batalla, pero queda a cargo de los comandantes de la AN la evaluación de oportunidades por sí mismos".
En la última jornada "empleamos unos 75 aviones tácticos, de los cuales 60 operan con pista en portaaviones, y hemos atacado cinco áreas tácticas planificadas", agregó.
El Pentágono ha dividido su teatro de operaciones afgano en una veintena de áreas tácticas y llama objetivos planificados a los que estaban en su lista de blancos, mientras que llama "objetivos de oportunidad" a los que sus aviones encuentran en el curso de las operaciones, como convoyes o concentraciones de tropas.
La campaña militar que Estados Unidos lanzó el 7 de octubre sobre Afganistán tenía el objetivo primordial de capturar al saudí Osama bin Laden y desmantelar su organización Al Qaida, y si para ello era necesario, enfrentarse a la milicia talibán que controla la mayor parte del país.
Según Washington, bin Laden y Al Qaida son los sospechosos principales de los ataques terroristas que el 11 de septiembre en Nueva York, Washington y Pennsylvania.
Ayer Stufflebeem indicó que los objetivos que Estados Unidos persigue "y perseguirá sin pausa, son el derrocamiento de los talibán y la destrucción de Al Qaida".
Aproximadamente dos semanas después de que comenzaran sus bombardeos, el Pentágono indicó que algunas unidades de las fuerzas especiales se habían infiltrado en Afganistán, lo cual se interpretó como el comienzo de la campaña de las tropas estadounidenses en tierra.
Hace una semana, la táctica cambió, cuando EU recurrió a bombardeos en alfombra y ataques concentrados sobre las líneas talibán enfrentadas con la Alianza del Norte, y el Pentágono no mencionó más las fuerzas especiales estadounidenses infiltradas.
