Estados Unidos asumió la presidencia del Consejo Ártico durante la reunión del organismo celebrada ayer en Iqaluit (Canadá) y dijo que durante su vigencia se concentrará en el impacto del cambio climático y mejorar las condiciones de vida de las comunidades árticas.
Al término de la reunión del Consejo, a la que asistieron ministros de los ocho países de la región (Canadá, Estados Unidos, Rusia, Noruega, Dinamarca, Islandia, Suecia y Finlandia), el secretario de Estado de Estados Unidos (EU), John Kerry, declaró que “es imperativo que el desarrollo que perseguimos sea consciente del estilo de vida y la historia de los pueblos que lo habitan y que sea sostenible, que no agrave otros problemas en el Ártico y en todo el mundo”.
Ottawa ha sido criticada por concentrarse en el desarrollo de los recursos naturales de la región, como los inmensos depósitos de petróleo, gas y minerales, y dejar de lado las preocupaciones medioambientales, especialmente la lucha contra el cambio climático.
Pero Kerry dejó claro ayer que la situación cambiará durante la presidencia estadounidense. “Los números son alarmantes, y eso es ponerlo suave. El Ártico se está calentando más rápido que ninguna otra región en la Tierra”, remarcó Kerry.
El secretario de Estado de EU añadió que en la próxima reunión ministerial del Consejo Ártico, que se celebrará en Alaska en 2017, se establecerán objetivos firmes de reducción de emisiones de carbono y metano, que provocan el llamado efecto invernadero.

