El jefe paramilitar colombiano Ernesto Báez, acusado de introducir clandestinamente dinero y, al parecer, armas en la cárcel en la que está recluido, podría ser juzgado en Estados Unidos, señaló ayer el embajador de ese país en Colombia, William Brownsfield.
"Eventualmente los fiscales colombianos y estadounidenses tendrán que decidir dónde tendría que ser procesado el señor Báez", dijo el diplomático a la radio Caracol.
Báez, alias de Iván Roberto Duque, es considerado uno de los "ideólogos" de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y uno de los negociadores de la desmovilización de esas fuerzas de la ultraderecha armada con el Gobierno colombiano.
Contra el reconocido jefe paramilitar no hay ninguna petición por parte de autoridad alguna de Estados Unidos.
Sin embargo, según Brownfield, el caso de Báez será estudiado por las autoridades judiciales de los dos países para decidir en cuál será procesado.
Tras el hallazgo en la cárcel de Itagüí (noroeste) de armas, celulares y dinero, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, advirtió el jueves a los paramilitares recluidos que los responsables de estos pueden perder beneficios judiciales e incluso ser extraditados si están solicitados.
Las autoridades carcelarias encontraron el miércoles una pistola, una granada y el equivalente a 5 mil 785 dólares cerca de las celdas del presidio de seguridad en el que están detenidos decenas de ex jefes y ex mandos medios de las AUC.
Los ex paramilitares detenidos en Itagüí están cobijados por la Ley de Justicia y Paz, marco legal de su desmovilización y por la que reciben beneficios jurídicos como penas muy leves y garantías de no ser extraditados.
Varios de esos jefes han sido solicitados por autoridades de Estados Unidos por cargos relacionados con narcotráfico e incluso los procesos de envío de varios de ellos han sido aprobados por la Corte Suprema de Justicia, pero están suspendidos en virtud a los beneficios ofrecidos por el Ejecutivo.

