El vicepresidente de EU, Dick Cheney, ha asegurado que el reciente envío de un segundo portaaviones al golfo Pérsico es una "fuerte señal" de que su país permanecerá en la región para hacer frente a la amenaza iraní.
El desplazamiento del portaaviones demuestra "que tenemos capacidades (militares) significativas y que estamos trabajando con nuestros amigos y aliados así como con las organizaciones internacionales para responder a la amenaza iraní", dijo Cheney en una entrevista divulgada ayer en internet por la revista Newsweek.
"Estamos haciendo lo que podemos para tratar de resolver asuntos, como la cuestión nuclear, por la vía diplomática a través de Naciones Unidas, pero también hemos dejando en claro que no hemos descartado ninguna opción", dijo Cheney.
Sin embargo, preguntado sobre la posibilidad de una acción militar contra Irán, el vicepresidente de EU afirmó que no haría especulaciones sobre "acciones de seguridad".
El Gobierno de Washington acusa a Irán de querer desarrollar armas de destrucción masiva y, en diciembre pasado, presionó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a que imponga sanciones contra el gobierno de Teherán.
El viernes pasado, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo que las Fuerzas Armadas de EU actuarán contra los agentes iraníes que apoyen a los insurgentes en Irak y recalcó que el envío de los refuerzos continuará, a pesar de la oposición del Congreso.
"Nuestra política va a ser proteger a nuestras tropas", dijo el presidente de Estados Unidos en una conferencia desde el Despacho Oval de la Casa Blanca, en respuesta a una pregunta sobre las actividades iraníes dentro de Irak.