La cuarentena se levantó ayer, lunes, en una zona de Escocia de unos 2 mil 500 kilómetros cuadrados, cuyo aislamiento preventivo se estableció el mes pasado, a raíz del hallazgo de un cisne muerto por gripe aviar.
Las autoridades ordenaron estrictos controles sobre el movimiento de aves de corral después de hallarse, a principios de abril en Cellardyke (este escocés), un cisne con el virus H5N1, el primero y único caso de esta cepa, la más virulenta de gripe aviar.
La decisión de poner fin a la cuarentena se ha tomado a pesar del hallazgo de casos de gripe aviar, aunque provocada por otra cepa no peligrosa para los humanos, en tres granjas de Norfolk (sureste de Inglaterra). El jefe veterinario de Escocia, Charles Milne, dijo ayer que ese hallazgo en Inglaterra no cambia los planes en territorio escocés y no tiene implicaciones directas para la industria avícola de esta región británica.
Tres granjas de Norfolk han resultado afectadas por la variante H7 de gripe aviar, virulenta entre las aves, pero menos peligrosa en humanos, lo que obligó en los últimos días a sacrificar miles de pollos.
El Ministerio británico de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales ha señalado que se restringirá el movimiento de aves de corral en un área de un kilómetro a la redonda en Norfolk.