MADRID, España (REUTERS). España y Marruecos esperan mejorar sus deterioradas relaciones cuando el ministro de Relaciones Exteriores marroquí visite Madrid hoy lunes, dos meses después de que el ejército español expulsara a las tropas del país norteafricano del disputado islote Perejil.
Los dos países mantienen sus respectivas legaciones sin su principal representante diplomático y persisten las diferencias en torno a cuestiones como la inmigración, la pesca o las disputas territoriales. Estas cuestiones se reavivaron cuando Marruecos invadió el 12 de julio el islote deshabitado situado a escasos metros de la costa africana y reclamado por España.
Tras la expulsión por la fuerza de las tropas marroquíes, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, intercedió para aliviar las tensiones entre los dos países enfrentados.
El ministro de Relaciones Exteriores marroquí, Mohamed Benaissa, tiene previsto visitar a su homóloga española, Ana Palacio, en lo que la ministra ha calificado de partido de vuelta de su viaje a Rabat, realizado poco después de que finalizara la crisis en torno al islote del Mediterráneo.
El hecho de que se produzca este acontecimiento es importante en sí mismo, en un esfuerzo por restablecer las relaciones de confianza y progreso entre los dos países, comentó Palacio.
Yo no los llamaría problemas sino cuestiones urgentes que requieren ser discutidas, dijo la ministra dando especial importancia al problema de la inmigración que, cada año, lleva a miles de marroquíes a arriesgar sus vidas para llegar a las costas españolas en precarias embarcaciones. Pero la ministra dijo que un asunto que interesa a Marruecos, como es la soberanía de Ceuta y Melilla, dos enclaves españoles en el norte de Africa que Marruecos reclama, no es objeto de debate.
