España preside desde ayer la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), el mayor organismo de seguridad y prevención de conflictos en el mundo.
La misión de la OSCE es promocionar los derechos humanos y la democracia en 56 países de Europa, América del Norte y Asia central.
Esta organización, con sede en Viena, se precia de abarcar una zona geográfica comprendida entre las ciudades de Vancouver (Canadá) y Vladivostok (Rusia), sin incluir a otras once naciones asiáticas y mediterráneas que interactúan como observadores asociados con el grupo de miembros de pleno derecho.
Su origen data de 1975, cuando en plena Guerra Fría entre EU y la extinta Unión Soviética se creó la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), embrión de la actual OSCE, como primer paso para buscar la distensión entre los dos bloques enfrentados.
En diciembre de 1994, en la cumbre de Budapest, la CSCE decidió convertirse en organización, cambiar su sigla a OSCE y establecer su sede en Viena.
La OSCE ha ganado notoriedad gracias, entre otras cosas, a sus misiones de observación de elecciones.

