El general croata Ante Gotovina, uno de los tres sospechosos más buscados por las guerras de la ex Yugoslavia en los 90, llegó ayer sábado a Holanda procedente de España para responder ante el Tribunal Penal Internacional de los cargos de crímenes de guerra que pesan contra él.
Un portavoz del tribunal de La Haya dijo que Gotovina, arrestado el miércoles en Tenerife, había llegado a la unidad de detención de la corte de la ONU tras volar a Holanda en un avión militar español.
La primera aparición de Gotovina ante el tribunal está prevista para mañana lunes dijo el portavoz.
Gotovina está acusado de ser el responsable de los asesinatos de al menos 150 serbios a manos de las tropas que estaban bajo su mando tras la "Operación Tormenta" de 1995, cuando las fuerzas croatas retomaron partes del país a los rebeldes serbios.
El acta de acusación también alega que sus tropas sometieron a muchos serbios a un trato inhumano, a la humillación y a la degradación y que esas fuerzas destrozaron miles de hogares propiedad de los serbios.
Gotovina había viajado por Asia, Latinoamérica y Europa antes de que la policía española lo arrestara en un hotel de Playa de las Américas en la isla canaria de Tenerife. Pasó dos noches en la cárcel madrileña de Soto del Real antes de que la Audiencia Nacional ordenara su traslado al tribunal de la ONU, constituido para enjuiciar los crímenes de guerra cometidos durante la secesión de Yugoslavia en la década de 1990.
Gotovina, de 50 años, es el último sospechoso de crímenes de guerra croata huido de la justicia, y su detención podría facilitar el acceso de Croacia a la Unión Europea.