Cinco días después del anuncio del fin de la lucha armada del Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés) los gobiernos británico e irlandés, así como los partidos unionistas, aún esperan la confirmación de que la organización comenzó a desarmarse.
Aunque Londres y Dublín confían en que el proceso se concluya el próximo otoño o a principios del año que viene, todas las partes están ansiosas por ver gestos en esa dirección a fin de inyectar confianza entre la comunidad protestante ante el inicio de conversaciones de paz, en septiembre.
Las miradas están puestas en John de Chatelain, presidente de la Comisión Internacional Independiente de Desarme, quien podría anunciar próximamente que el IRA ha inutilizado parte de su arsenal.
La mayoría de los irlandeses no cree que el IRA abandone todas sus actividades delictivas, como robos, falsificaciones o contrabando, pese al anuncio del fin de la lucha armada, según reveló ayer una encuesta del Sunday Independent. El estudio indica que el 87% de los encuestados dudan de que el IRA vaya a abandonar actividades tan lucrativas como el tráfico de bienes falsificados, entre otras.
