Andrés Fernando Sepúlveda, detenido el pasado 6 de mayo y acusado de espionaje, compraba información “a miembros de la Fuerza Pública o cercanos a ella para actividades ilegales de inteligencia”, aseguró el fiscal general, Eduardo Montealegre, al diario El Tiempo.
Esta información, dijo el alto funcionario, era asociada a datos propios recabados por Sepúlveda, para sacar “un nuevo producto, que es el que vende... a [otros] miembros de la fuerza pública y a particulares”, que no fueron identificados.
La fiscalía encontró “informes de inteligencia de Estado” durante el allanamiento a la oficina de Sepúlveda, quien reconoció haber interceptado ilegalmente los correos electrónicos de un vocero de comunicaciones de la guerrilla de las FARC y de tres periodistas que cubren las negociaciones en La Habana, señaló el fiscal.
Montealegre tildó de “francotiradores del proceso de paz” a los posibles miembros de la fuerza pública que han estado “negociando información con una persona [Sepúlveda] con claro sesgo ideológico en contra” de los diálogos que se realizan en Cuba desde finales de 2012 para intentar poner fin a un conflicto de medio siglo en Colombia.
