Si la escasez de lluvia tiene efectos tan devastadores, es porque el país es extremadamente pobre y la falta de agua simplemente les hunde más. Es la pobreza estructural lo que hay que abordar, dijo Kathy Husser, del Comité Internacional de la Cruz Roja.
Etiopía, uno de los cinco países más pobres del mundo, según el Indice de Desarrollo Humano de la ONU, ha quedado asociada con la catástrofe por falta de alimentos que en 1984 se cobró cerca de un millón de vidas.
Casi 20 años después, el país vive de nuevo una situación alimentaria similar y si en la década de los años 80 cinco millones de personas corrían el riesgo de morir, esta vez el número es más del doble: 12.6 millones, advierten las últimas estimaciones del Gobierno.
