El máximo tribunal de justicia de Brasil anunció el jueves que concederá la extradición a Estados Unidos del traficante de drogas colombiano Juan Carlos Ramírez Abadía, aunque Washington debe comprometerse a no aplicarle la pena de muerte ni más de 30 años de prisión.
Ramírez Abadía, alias Chupeta, comandó el poderoso cartel colombiano de la droga Norte del Valle y fue capturado en agosto en una lujosa mansión de Sao Paulo acusado de lavado de dinero, evasión de divisas, formación de banda para delinquir, corrupción activa, y falsificar y usar documentos falsos.
Chupeta era requerido por Estados Unidos acusado de tráfico de drogas y el asesinato de 15 personas, incluyendo policías. En Colombia es acusado de más de 300 asesinatos. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva también tiene que autorizar la extradición, ahora o después de que el traficante cumpla sus penas en Brasil.
La oficina de prensa del Supremo Tribunal Federal dijo que no hay un plazo establecido para que el mandatario dé su autorización.
Colombia no pidió a Brasil la extradición de Chupeta debido a que adelantó que si Estados Unidos la formalizaba no haría un requerimiento similar. La detención de Ramírez Abadía en Brasil fue fruto de una estrecha cooperación entre fuerzas de seguridad colombianas y brasileñas.
APOYAN INICIATIVA
Los 11 magistrados de la Corte Suprema apoyaron los argumentos del jefe del Ministerio Público, Antonio Fernandes de Souza, quien abogó por la concesión del pedido de extradición, mediante el compromiso del gobierno estadounidense de que Ramírez Abadía no será condenado a más de 30 años de cárcel, la pena máxima prevista en Brasil.
"Autorizo el pedido (de extradición), bajo la condición de que el Estado que la solicita (Estados Unidos) asuma el compromiso de cambiar la pena de prisión perpetua o de muerte por pena de prisión por 30 años, como máximo", afirmó el miembro informante del proceso, Eros Grau, al declarar su voto, que ha sido seguido por todos sus colegas.

