BOGOTA, Colombia (DPA). Tras el desalojo a la fuerza de un millar de campesinos de un caserío del sureste de Colombia, las FARC pretenden librar allí una guerra sin cuartel con los paramilitares, en la que no se descarta que los labriegos puedan ser utilizados como escudos humanos, reveló ayer, domingo, la prensa local.
Según el diario El Tiempo, de Bogotá, los rebeldes obligaron a los pobladores de Puerto Alvira, en el departamento de Meta, a salir de sus tierras, en el inicio de una nueva estrategia de confrontación con sus enemigos, los grupos de ultraderecha.
(El éxodo campesino) hace parte de una nueva estrategia de los grupos armados: obligar a toda una población a abandonar sus tierras y utilizar esa salida, o para evitar una confrontación con el enemigo, o utilizarlos como escudos humanos, o limpiar el terreno como antesala a una batalla sin precedentes por el control de una zona (del departamento de) Guavire, señaló el periódico.
Uno de los campesinos que se negó a abandonar la aldea, relató al rotativo que las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, marxistas), bajo el mando del jefe Albeiro, les había ordenado a él y demás pobladores trasladarse hacia otro sitio ante la amenaza de una incursión paramilitar.
Los labriegos desatendieron en un comienzo esa orden, por lo que los insurgentes procedieron luego a tomar medidas más drásticas y fijar un ultimátum para el desalojo. Pero el afán de la guerrilla por sacarnos no era porque sí: el comandante nos dijo que debíamos irnos porque en pocas horas llegarían allí los paramilitares y las FARC no querían que estuviéramos cuando eso pasara, porque la balacera iba a ser muy grande, señaló el testigo.
De acuerdo con esa versión, el grupo rebelde irrumpió el pasado fin de semana en Puerto Alvira y obligó a sus pobladores a huir hacia veredas vecinas, donde se cree que permanecen refugiados ante el temor de un combate entre las FARC y los paramilitares.
Las autoridades colombianas tienen versiones encontradas; mientras que el Gobierno da cuenta de un desplazamiento forzoso, la Defensoría del Pueblo y otras entidades humanitarias hablan de un secuestro masivo.
