Varios miles de filipinos homenajearon el domingo a la ex presidenta de Filipinas Corazón Aquino, fallecida hace un año y la mujer que dirigió la transición democrática tras la caída de la dictadura en 1986.
El presidente del país, Benigno Aquino, y familiares asistieron a un servicio religioso celebrado a las afueras de Manila, para rendir tributo a su madre y ex jefa de Estado, a quien definió como “una mujer extraordinaria”.
“Continúa siendo difícil comprender el gran impacto que ha causado en nuestro país la muerte de una persona”, dijo el presidente filipino. La ex mandataria falleció en una clínica de la capital a causa de un problema cardiorespiratorio surgido cuando recibía tratamiento médico contra un cáncer de colon.
Corazón o “Cory Aquino” llegó al poder en 1986 en medio de una movilización popular pacífica apoyada por la Iglesia y parte de las Fuerzas Armadas que derrocó a los Marcos.
Miembro de la poderosa familia Cojuangco, Corazón Aquino, que nunca antes se había interesado por la política, tomó el relevo de su marido como cabeza visible de la oposición al régimen, después de que este fuera asesinado en 1983 cuando regresaba del exilio.
Hasta 1992, su mandato presidencial estuvo caracterizado por la nueva constitución de 1987, los esfuerzos por acabar con el legado de los Marcos y la inestabilidad que generaron hasta seis intentonas golpistas.
