La desmovilización de los 2 mil 545 hombres del Bloque Norte de los paramilitares colombianos comandados por uno de los más sanguinarios jefes de esos escuadrones marcó ayer la culminación de las entregas masivas de armas y sólo quedan tres pequeñas escuadrillas para el desarme total de ese grupo.
Los 2 mil 545 combatientes completaron una lista de 28 mil 106 ultraderechistas que desde noviembre de 2003 iniciaron un proceso de desarme en el desarrollo de las negociaciones de paz que sostiene el gobierno del presidente colombiano Álvaro Uribe con los ultraderechistas.
La ceremonia de desmovilización realizada en el caserío La Mesa, de la ciudad de Valledupar, estuvo precedida por el temido jefe paramilitar Rodrigo Tovar, alias "Jorge 40", acusado por EU de ser uno de los mayores narcotraficantes colombianos; el comisionado gubernamental de paz, Luis Carlos Restrepo; el veedor de la Organización de Estados Americanos, Sergio Caramagna, y por primera vez una delegación diplomática de 12 países.
El mandatario resaltó la desmovilización de esa estructura paramilitar y aseguró que ese fue uno de los actos más favorables de su gobierno.
"Celebramos la desmovilización de Jorge 40. El país llega a elecciones con él ya desmovilizado y hace cuatro años (cuando asumió el poder) no se pensaba eso", indicó Uribe.
Además de pedir perdón a sus víctimas y un espacio para la reconciliación colombiana, Jorge 40 llamó a sus enemigos acérrimos, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, a seguir el camino de la pacificación.
"Yo los invito a que no teman a dar este paso. Si es verdad que el discurso de ellos es en beneficio del pueblo, nosotros, el pueblo de Colombia, no les perdonaremos si no dan el paso hacia la paz en este momento", indicó el líder ultraderechista.
Asimismo, indicó que como resarcimiento a las víctimas de sus acciones devolverán al menos 18 mil hectáreas de tierras.

