Corea del Sur y Japón fracasaron ayer a la hora de resolver su disputa sobre las zonas económicas exclusivas que ambos países reclaman en las aguas que los separan, y reavivaron la pugna para dominar las islas Dokdo.
Tokio acogió ayer la segunda jornada de esta reunión, que ponía fin a un paréntesis de seis años de silencio marcados por la tensión y las respectivas reclamaciones de la soberanía de las Dokdo, a mitad de camino entre la península de Corea y Japón. Las dos delegaciones acudían a estas conversaciones sin muchas esperanzas de alcanzar un acuerdo práctico que permitiera reducir la tensión, agravada tras el incidente ocurrido en torno a las islas Dokdo el pasado mes de abril, cuando estuvo a punto de producirse un choque naval entre patrulleras de ambos países.
A pesar de la tensa atmósfera predominante en el encuentro de dos días, los contrincantes pudieron al menos fijar para septiembre próximo la siguiente ronda de diálogo.
"Había una amplia brecha en las posiciones de Japón y Corea del Sur, pero hemos decidido seguir trabajando por un acuerdo razonable para ambas partes que permita definir nuestras delimitaciones de las zonas marítimas de exclusividad económica partiendo de la ley internacional", dijo Ichiro Komatsu, jefe de la delegación nipona.
Komatsu es jefe del Departamento de Temas Legales Internacionales del Ministerio de Asuntos Exteriores, y se reunió con la representación surcoreana dirigida por su homólogo, Park Hee-kwon.
Tokio y Seúl reclamaron sus propias zonas económicas exclusivas marítimas en 1996, siguiendo la Convención de Naciones Unidas sobre la Ley del Mar que había entrado en vigor en 1994.
