La muerte en accidente aéreo de Lech Kaczynski, hasta entonces presidente de Polonia, y el fracaso electoral de su hermano Jaroslaw en el intento de sucederle han conducido al fin de la era política dominada por los polémicos gemelos, cuyo partido se descompone también.
Los 96 ocupantes del avión presidencial polaco perdieron la vida el pasado 10 de abril, tragedia que además marcó el final del tándem político formado por los hermanos Kaczynski, quienes entre 2006 y 2007 llegaron a ocupar la jefatura de Estado y de Gobierno del país, convirtiendo a Polonia en la única democracia en el mundo gobernada por gemelos.
Unos hermanos compenetrados a la perfección desde la infancia, que como políticos llevaron a la práctica una mezcla de nacionalismo, euroescepticismo, tradicionalismo y catolicismo capaz de despertar el temor de minorías sexuales, la indignación de sectores progresistas y la inquietud de la Unión Europea.
Esa era de los gemelos Kaczynski finalizó con la muerte de Lech, dejando a Jaroslaw sin su mejor aliado político, y obligado a tomar las riendas del partido Ley y Justicia (PiS), en medio del dolor y las críticas contra su hermano, a quien se acusó de ordenar aterrizar al piloto a pesar del mal tiempo, provocando el fatal desenlace del aparato.
“Mi hermano no era un suicida”, explicaba en una entrevista con Efe semanas después de la tragedia, en un esfuerzo por mantener limpia la memoria del anterior jefe de Estado.
El deseo de luchar contra las difamaciones fue lo que llevó a un Jaroslaw todavía de luto a presentarse a las elecciones presidenciales anticipadas, el 4 de julio.
