Líderes mundiales manifestaron su consternación por el asesinato ayer de la líder de la oposición pakistaní Benazir Bhutto, y expresaron sus temores por el destino de ese país que cuenta con armamento nuclear.
La líder opositora paquistaní Benazir Bhutto fue asesinada ayer jueves al salir de un mitin político, por un hombre que primero le disparó y luego se inmoló con dinamita. En el ataque murieron también otras 20 personas.
Bhutto falleció en un hospital tras haber recibido varios impactos de bala y el efecto de la bomba del atacante suicida. Tenía 54 años.
Posteriormente, el Gobierno anunció que todas las escuelas, centros comerciales y bancos permanecerán cerrados tres días tras el homicidio.
La muerte de la carismática ex primera ministra generó una situación de caos antes de los comicios parlamentarios del 8 de enero y provocó temores de protestas masivas y un incremento de la violencia en esta nación del sur de Asia portadora de armas nucleares.
Los simpatizantes de su partido salieron furiosos a las calles de Karachi después del asesinato, disparando a la policía, incendiando neumáticos y automóviles y quemando una gasolinera. Una persona murió al norte de Karachi en esos hechos de violencia.
En el hospital donde falleció Bhutto, algunos de sus partidarios rompieron vidrios, lloraron y entonaron cánticos contra el presidente Pervez Musharraf.
Musharraf responsabilizó a los extremistas islámicos por la muerte de Bhutto y dijo que redoblará sus esfuerzos para combatirlos. "Esto es obra de los terroristas con los que mantenemos una guerra", manifestó en un discurso televisado a todo el país. "He estado diciendo que el país enfrenta la mayor amenaza de estos terroristas ... No descansaremos hasta que eliminemos a estos terroristas y los desterremos".
Musharraf convocó de emergencia a su gabinete y se esperaba que en la reunión decida postergar los comicios, manifestó un funcionario del Ministerio del Interior que pidió mantener su nombre en el anonimato.
Nawaz Sharif, otro ex primer ministro y líder de un partido rival de la oposición, exigió la inmediata renuncia de Musharraf y anunció que su partido boicoteará las elecciones.
El ataque tuvo lugar pocos minutos después que Bhutto habló en público ante miles de simpatizantes en esta ciudad. Sardar Qamar Hayyat, uno de los dirigentes del partido de Bhutto, dijo que en el momento del ataque él estaba a unos 10 metros del vehículo, una camioneta blanca deportiva blindada. "Ella estaba adentro del vehículo y salía por la puerta después de hablar en el mitin, cuando algunos jóvenes comenzaron a entonar cánticos en su favor. Luego, vi que Bhutto salió sonriente por el techo del vehículo y respondiendo a los cánticos".
"Luego vi un hombre joven delgado que se dirigía al vehículo desde atrás y comenzó a efectuar disparos. Momentos después, vi que el vehículo de ella salía a toda velocidad", agregó. Bhutto fue trasladada de urgencia al hospital y sometida a una cirugía de emergencia. Falleció una hora después del ataque.
Un médico del equipo que la atendió dijo que una bala perforó la nuca de Bhutto, le dañó su columna vertebral y salió por la cabeza. Otra bala perforó la espalda superior y salió por el pecho. Le hicieron masajes cardiacos, pero la principal causa de su muerte fue el daño causado a la médula espinal, expresó el médico a condición de mantener su nombre en el anonimato porque no estaba autorizado a dialogar con la prensa.
Bhutto fue asesinada a pocos kilómetros de donde murió su padre ahorcado hace 28 años. Zulfikar Ali Bhutto, ex primer ministro y fundador del partido que su hijo después encabezaría, fue ejecutado en la horca en 1979 en Rawalpindi por acusaciones de conspiración para asesinar.
Musharraf anunció tres días de luto por Bhutto y pidió calma a la población.
