Los gorilas podrían acercarse a la extinción en la gran cuenca del Congo para mediados de la década de 2020, a menos que se tomen acciones para evitar la caza furtiva y proteger su hábitat, dijo el miércoles un reporte respaldado por Naciones Unidas.
La situación es particularmente crítica en el este de la República Democrática del Congo, donde la actividad de milicias locales ha afectado a poblaciones de gorilas, de acuerdo con el reporte del Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente (UNEP, por su sigla en inglés) y el Interpol.
La tala ilegal, la minería, la producción de carbón y la creciente demanda de carne de animales salvajes, una gran porción de la cual es carne de simio, también han cobrado víctimas.
La presencia de milicias en la región también dificulta la protección de los animales, víctimas a la vez del crecimiento de la población humana y el mortífero virus del ébola.
El comercio de minerales de contrabando y madera financia las actividades de las milicias, generando entre 14 y 50 millones de dólares al año.
“Los gorilas puede que hayan desaparecido en gran parte de grandes zonas de la gran cuenca del Congo para mediados de la década de 2020, a menos que se tomen urgentes acciones”, indicaba el reporte.
El estudio fue más pesimista que un pronóstico de 2002 de Naciones Unidas de que solo un 10% de los registros originales de gorilas se mantendría para 2030.
El reporte sí tuvo algunas noticias positivas de una, previamente, desconocida población de gorilas.

